Cada 2 de agosto se celebra a Nuestra Señora de los Ángeles, patrona de Costa Rica.
Si bien es cierto los orígenes de esta advocación mariana provienen de Europa, la devoción a la Virgen de los Ángeles puede considerarse como propia de América desde hace ya varios siglos, desde los tiempos de la conquista española. Aunque su presencia y sus devotos están distribuidos en todo el Continente, su arraigo en Costa Rica ha llegado a ser tal que el Congreso de la República de ese país la declaró oficialmente “Patrona de Costa Rica” en 1824.
Posteriormente, dicho patronazgo ha sido ratificado hasta en dos oportunidades por el parlamento costarricense: en 1924 y 2002. Dos años después de la primera ratificación, el Papa Pio XI le concedió a Nuestra Señora de los Ángeles la Coronación Pontificia (1926).
Este año 2024 se celebra el 389 aniversario del hallazgo, en Cartago (Costa Rica), de la estatuilla que despertó el amor especialísimo que los costarricenses profesan a la Madre de Dios.
La imagen
La imagen original de la Patrona de Costa Rica es pequeña (de unos 20 cm) y está hecha de roca volcánica, grafito y jade. Es de color negro y por eso sus devotos la llaman cariñosamente ‘la Negrita’.