SANTIAGO,
Una reclusa de una cárcel en Chile recibió con sorpresa una carta del Papa Francisco, a quien le había escrito hace un año para pedirle su oración por ella y todas las personas privadas de libertad.
El hecho ocurrió el miércoles 27 de julio en la Región de Aysén, en el sur de Chile, en la cárcel de Coyhaique hasta donde se dirigió el Obispo de la zona, Mons. Luis Infanti, quien entregó la carta del Santo Padre a Nicol, una joven madre que se encuentra recluida en el lugar.
La historia comenzó en mayo de 2015, cuando las internas de la cárcel de Coyhaique recibieron la visita del Nuncio Apostólico, Mons. Ivo Scapolo, quien les propuso que escribieran una carta al Papa y que él se la entregaría personalmente.
En una ocasión anterior, Nicol ya le había escrito una carta al Papa pero finalmente fue la carta entregada al Nuncio la que recibió una respuesta.
La joven le contó al Santo Padre sobre su condición de reclusa y su condena, además de pedir "que rece harto por mí y por las personas que vivían acá conmigo", según explicó a Comunicaciones del Obispado de Aysén.
La carta fue inmediatamente remitida a la Santa Sede y luego de un mes llegó la respuesta a la Nunciatura. Por motivos de fuerza mayor, la carta del Papa no llegó a manos de Nicol hasta julio de 2016.