CRACOVIA,
Este viernes el Papa Francisco tuvo un breve encuentro con representantes de personas reconocidas como "Justos entre las naciones", los no judíos y extranjeros que no dudaron en arriesgar sus vidas para salvar a los judíos del exterminio nazi. Historias de heroísmo y sacrificio entre las que destacan el testimonio de una congregación religiosa y un matrimonio mártir en proceso de beatificación.
Francisco tuvo este encuentro en Birkenau (conocido como Auschwitz II), luego de haber rezado en silencio frente al "muro de la muerte" y la celda donde murió San Maximiliano Kolbe; en Auschwitz I.
En el sector de Birkenau los nazis instalaron 4 crematorios con cámaras de gas que podían recibir hasta 2.500 presos por turno.
Heroísmo de las religiosas franciscanas
Entre las personas a las que el Pontífice pudo saludar está la hermana Janina Kierstan, Madre General de las Hermanas Franciscanas de la Familia de María, en representación de su congregación que salvó en Polonia a cerca de 500 niños judíos, muchos de ellos gracias a la acción de la Madre Matylda Getter.
La historia cuenta que en 1942, Malgosia Mirska y su hermana menor Irena llegaron al convento en Varsovia para encontrar refugio. "A medida que cruzaba la puerta, era consciente de mi dilema: era una cuestión de vida o muerte", recordó. "La Madre Superiora, Matylda Getter, nos miró y dijo: 'sí'. Ella nos recibió. Tuve la impresión de que los cielos se abrían ante mí".