CRACOVIA,
El Papa Francisco visitó esta mañana el campo de concentración nazi Auschwitz, se encontró con 11 sobrevivientes y rezó ante el "muro de la muerte", uno de los lugares más simbólicos del complejo carcelario y de torturas que cobró la vida de más de 1 millón de personas.
En el tercer día de su visita a Polonia, el Santo Padre ingresó a Auschwitz a pie, cruzando la puerta conocida como "El trabajo te hace libre", que es el texto que los nazis colocaron sobre el umbral del acceso al campo de concentración.
Minutos después de realizar una oración y besar uno de los postes del reclusorio, el Papa se dirigió al sector en el que se encontraba el muro, que servía como sitio de ejecución de los prisioneros, con un disparo en la nuca.
Los cuerpos de estas víctimas eran luego enviados a los hornos crematorios.
En el otoño de 1943, cuando las ejecuciones fueron trasladadas al vecino campo de Birkenau, la pared fue desmantelada. Sin embargo, en 1946 fue reconstruida por un grupo de sobrevivientes de Auschwitz y miembros del futuro Sitio de la Memoria.