CRACOVIA,
El Papa Francisco sostuvo un encuentro con los obispos de Polonia en la Catedral de Cracovia, y allí pronunció un discurso en un evento privado con los prelados del país.
Antes de iniciar el encuentro, el Papa rezó ante la tumba de San Estanislao, "intrépido defensor de los derechos del hombre que en el siglo XI dio su vida en defensa del pueblo y que se ha convertido en patrono del orden moral de nuestra Patria", dijo el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz en sus palabras al Santo Padre.
El Purpurado polaco, que fue secretario personal de San Juan Pablo II por más de 40 años, pronunció unas breves palabras ante Francisco, a quien dijo que "en los muros de este templo de mil años se ha registrado la memoria de la nación polaca, la memoria de los grandes eventos de nuestra historia".
"Aquí reposa el Obispo de Cracovia y mártir, San Estanislao", continuó el Arzobispo.
"En esta catedral muchas veces ha celebrado la Eucaristía el metropolitano de Cracovia, el Cardenal Karol Wojtyla. De aquí él, en octubre de 1978, partió a Roma para convertirse en Obispo de la Ciudad Eterna y volvió luego varias veces como Juan Pablo II".
Hoy, continuó el Cardenal, "el Obispo de Roma ha venido a nosotros para vivir en estos días, con los jóvenes de todo el mundo, la fiesta de la fe, para confirmarnos a todos en la fe para mostrar al mundo el rostro joven y misericordioso de la Iglesia".