CRACOVIA,
Hoy en la Misa inaugural de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Blonia, Cracovia, había un gran ambiente de fiesta. Los jóvenes se saludaban entre sí sin importar la lengua o el país de procedencia. Se abrazaban y bailaban juntos. Participaron activamente en la Misa y cantaron con entusiasmo.
A pesar de que llovió antes de la Misa, muchos se arrodillaron en el momento de la consagración sin importar el barro que se había formado. Sobre la multitud se veían las banderas de distintos países y todos respondieron con alegría al saludo que el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz, les dirigió en varios idiomas.
ACI Prensa conversó con varios jóvenes después de la Misa sobre su experiencia. Guillermo Morales es un español de 18 años que viene de Madrid y comentó que la Misa "ha sido un ambiente muy conmovedor de recogimiento, sobre todo de mucha intensidad espiritual, de mucha fortaleza".
"En particular he tenido un momento especial en la Misa en el cual he descubierto que los católicos no somos pocos sino que somos muchos y que somos muchos los que defendemos la verdad. Unidos al Papa y a los demás jóvenes podremos llegar muy lejos".
Naida Diril tiene 25 años, proviene de Estambul (Turquía) y ha venido con cerca de 60 peregrinos de su país. Para ella la Misa "fue una experiencia muy bonita y me gustó especialmente la parte final cuando todos estuvimos cantando y bailando".
Añadió que la fe de los cristianos es fuerte en Turquía y que "por eso estamos aquí en la JMJ".