CRACOVIA,
San Juan Pablo II y Santa Faustina Kowalska son apóstoles de la Divina Misericordia y los patronos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se lleva a cabo en Cracovia, Polonia, hasta el 31 de julio.
"Cracovia es la capital de la Misericordia. A partir de aquí surgirá una 'chispa' de la misericordia divina, así como escribió una vez la hermana Faustina (…) El Señor quiere mostrarnos algo: que este es el camino hacia el futuro, el camino de la Iglesia, el camino para las sociedades", expresó en diálogo con EWTN el Arzobispo de Cracovia en Polonia y secretario personal de San Juan Pablo II por más de 40 años, Cardenal Stanislaw Dziwisz.
En 1938, cuando el joven de 18 años, Karol Wojtyla (después Juan Pablo II), llegó a Cracovia para estudiar en la Universidad Jagiellonica, Sor Faustina ya tenía 33 años y vivía en un convento de la ciudad. La Santa falleció el 5 de octubre de aquel año, justo cuando el que sería Papa 40 años después empezaba el primer curso de filología polaca.
Aunque nunca se conocieron, la providencia unió sus caminos: San Juan Pablo II canonizó a Sor Faustina en el año 2000 y estableció el segundo domingo de Pascua como el "Domingo de la Misericordia Divina" para toda la Iglesia.
Hoy el camino de ambos vuelve a unirse nuevamente en la JMJ Cracovia 2016, encuentro mundial de jóvenes que fue convocado por primera vez en 1984 por el mismo San Juan Pablo II.
"Santa Faustina era una monja extraordinaria, no tuvo educación, sin embargo Cristo la llamó y le confió la misión de llevar el mensaje de la Divina Misericordia a todo el mundo. Es útil recordar sus palabras: 'La humanidad no encontrará ni paz ni tranquilidad hasta que no se vuelva con confianza a Mi Divina Misericordia' (…) Tal vez algún día la devoción a la misericordia divina se vuelva realidad, para que así podamos vivir en paz, tanto en Europa como en el mundo", dijo el Cardenal Dziwisz.