MADRID,
La archidiócesis de Valencia en España celebra un Jubileo muy particular porque al Año Santo de la Misericordia se une el Año Eucarístico del Santo Cáliz, ya que en la catedral de Valencia se encuentra el cáliz que, según la tradición, utilizó Jesús en la Última Cena.
El P. Jaime Sancho es el encargado de velar y cuidar el culto al Santo Cáliz que en la catedral tiene una capilla especial. Asegura a ACI Prensa que actualmente esta copa sagrada es "una de las grandes reliquias de Cristo junto con la Vera Cruz y de la que se conservan fragmentos, la Sábana Santa, el Sudario de Oviedo y el Santo Sepulcro de Jerusalén".
Las pruebas que se han realizado con esta reliquia prueban que el vaso hecho de piedra ágata es anterior al siglo I. Las asas y la base, así como las piedras preciosas, pertenecen a época medievales.
Por eso el canónigo celador del culto al Santo Cáliz explica que cuatro Papas del siglo XX y XXI han dado testimonio: "San Juan XXIII concedió indulgencia plenaria en la fiesta del Santo Cáliz, San Juan Pablo II lo veneró en la catedral y consagró con él durante su visita a Valencia en el año 1982, Benedicto XVI también lo utilizó en la misa del V Encuentro Mundial de las Familias y el Papa Francisco ha concedido este Año Santo del Cáliz".
Además precisa que en 1960, por petición del entonces Arzobispo de Valencia, Mons. Marcelino Olaechea, se realizó un profundo estudio para comprobar la autenticidad del vaso sagrado.
"Fue un estudio como no se había hecho nunca. El arqueólogo Beltrán de Zaragoza, al limpiar el cáliz descubrió una inscripción en su base, que no se había visto antes. Se pudo apreciar los materiales y se distinguió lo que es la reliquia en sí de los añadidos posteriores medievales", explica el sacerdote.