ROMA,
El Papa Francisco no suele celebrar el sacramento del matrimonio pero el pasado 9 de julio hizo una excepción con una pareja de jóvenes sordos italianos a quienes casó en la capilla de la Casa Santa Marta donde reside.
Teodoro Pisciottani y Paulina Szczepanska fueron los afortunados que tuvieron la especial bendición de ser unidos en matrimonio por el Santo Padre, una historia inolvidable que ahora podrán contar a sus pequeñas hijas.
En declaraciones a ACI Prensa, Teodoro comentó que "esta experiencia es demasiado bella porque no puedo creer que el Papa haya aceptado realizar nuestro matrimonio y luego hemos estado a un metro de él. Él ha sido muy generoso y nos ha dado mucho afecto".
Teodoro agrega que en el matrimonio "el Papa ha dicho palabras bellísimas y una de esas me ha tocado mucho cuando dijo que la pareja normalmente se pelea pero luego se puede resolver dialogando sin usar la frialdad el uno con la otra, porque eso así no funciona. ¡Me gustó mucho eso!"