VATICANO,
Este miércoles, luego de terminar su cita con el dentista, el Papa Francisco decidió hacer una visita no programada a la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), generando una alegría y "sorpresa increíble" entre sus miembros, y donde aprovechó para conversar unos minutos con el Vicepresidente del dicasterio, el laico Guzmán Carriquiry.
Según informó el dicasterio en su sitio web, el Santo Padre llegó a la oficina ubicada en Vía della Conciliazione –a 300 metros del Palacio Apostólico–, a las 9:10 a.m. en momentos en que los miembros de la CAL sostenían su reunión de coordinación "relativa a nuestra próxima celebración del Jubileo Continental de la Misericordia en Bogotá".
El Papa tocó la puerta de la oficina y la persona que le abrió "quedó pasmada". "¡Buenos días! ¿Puedo pasar?", preguntó Francisco. "¡Santo Padre! ¡Qué increíble sorpresa!", expresó la persona, mientras "una señora del personal que pasaba detrás corrió a toda prisa hasta la oficina del Secretario Encargado de la Vicepresidencia, donde estábamos todos".
La mujer, agitada, exclamó: "¡El Santo Padre! ¡Rápido, el Santo Padre!". Los demás miembros no comprendían qué sucedía. "¿Estará al teléfono?, ¿le habrá pasado algo? Pero increíblemente comenzamos a escuchar su voz mientras se acercaba por el pasillo. Nos pusimos de pie y el profesor Carriquiry se abrió paso inmediatamente para darle el encuentro casi en la puerta de su despacho. "Buenos días, ¿tenés tiempo para conversar un poquito?", preguntó Francisco.
Mientras Carriquiry se reunía con el Papa, los demás aprovecharon para interrogar al miembro de la Seguridad Vaticana que acompañaba al Pontífice. "Comentó que se encontraba con Francisco en una visita al dentista del FAS (Fondo de Asistencia Sanitaria) –el centro médico al interior del Vaticano–, y que casi por terminar, el Santo Padre señaló que tenía la idea de 'pasar por la CAL' antes de regresar a Santa Marta".
El miembro de seguridad le dijo que esto sería "muy complicado", a lo que Francisco respondió tranquilamente: "Soy el Papa; no te preocupés, que estamos en las manos de Dios", y se pusieron en marcha.