Abby Johnson, ex directora de una clínica de Planned Parenthood y hoy líder provida, publicó recientemente informes de inspección a centros de aborto en el estado de Texas, Estados Unidos, revelando la suciedad y falta de preparación del personal que atiende cotidianamente a las mujeres.
Las publicaciones de Johnson forman parte de la campaña "No se ha acabado" (#NotOver), y se producen luego que la Corte Suprema de Estados Unidos fallara contra una ley de Texas que establecía importantes restricciones a las clínicas que practican abortos en ese estado.
La legislación de Texas desestimada por la Corte demandaba que las clínicas de aborto en el estado tengan saneamiento adecuado, así como personal y expertos médicos disponibles para casos de emergencias médicas.
Los documentos difundidos corresponden a investigaciones realizadas por el Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas.
Un informe con fecha 23 de septiembre de 2015 revela que la Houston Women's Clinic, que practica abortos en Texas, no capacitaba adecuadamente al personal que sedaba a las pacientes. Además, explica #NotOver, las mujeres "eran puestas en riesgo de infecciones al acostarlas en mesas de examen de pacientes que no fueron adecuadamente limpiadas y/o esterilizadas".
El informe muestra que había una cinta al costado de la mesa de exámenes, que contenía gérmenes que podían poner en riesgo de infección a las mujeres.