ROMA,
El P. John Adeyi, Vicario General de la Diócesis de Otukpo (Nigeria), fue secuestrado el 24 de abril en medio de una ola de retenciones de sacerdotes y religiosos; sin embargo, a pesar de que los familiares pagaron la suma exigida por los delincuentes, no fue liberado y su cuerpo fue encontrado en estado de descomposición el pasado 22 de junio.
El hecho, dado a conocer recientemente por la agencia vaticana Fides, fue condenado por el P. Sylvester Onmoke, Presidente de la Asociación de sacerdotes diocesanos de Nigeria (NCDPA), quien advirtió que este tipo de ataques son "un asalto a la Iglesia".
El Presidente de NCDPA hizo esta denuncia debido a que el secuestro del P. Adeyi no es un caso aislado. El 23 de junio el P. Julius Gospel Inalegwu fue raptado en su parroquia, la iglesia San José en Jitan – Dutse, en el estado nigeriano de Kano.
El Obispo de Kano, Mons. John Namaza Niyiring, dijo que los secuestradores han pedido un rescate de 20 millones de nairas (más de 63.000 euros).
El P. Onmoke indicó que la corrupción y la codicia de dinero que afecta a la sociedad nigeriana es una de las causas del secuestro de sacerdotes. Dijo que el mal ejemplo de políticos y funcionarios corruptos motiva a otros a también buscar el dinero fácil.
Por ello exigió al gobierno garantizar la seguridad de la población y combatir la pobreza y la corrupción. Además invitó a los fieles a rezar para que los sacerdotes y religiosos sean protegidos de las amenazas de secuestros.