MADRID,
El sacerdote jordano Rifat Bader habló en Madrid (España) durante un encuentro con la prensa sobre los principales temas que afronta el país: la acogida masiva a refugiados, la convivencia entre las distintas culturas y religiones; y la importancia de recordar que Jordania también es Tierra Santa.
"Jordania es una casa segura en una calle en llamas", apunta el sacerdote ante la complicada situación que viven sus países vecinos en Medio Oriente.
En ese sentido el P. Rifat asegura que Jordania es un ejemplo de "buena convivencia entre las religiones y en integración de los refugiados frente a otros países que afrontan grandes problemas para integrar a estas personas".
Muestra de esta buena convivencia es el hecho de que 50 de los refugiados que el P. Bader acogía en su parroquia han sido ayudados con subvenciones otorgadas por Emiratos Árabes para que puedan alquilar viviendas.
Tan sólo 200 mil refugiados viven en campos destinados a ellos en Jordania, la gran mayoría se han asentado en poblaciones fronterizas a Siria e Irak. "Hay poblaciones en Jordania donde la mayoría son sirios e iraquíes. Tenemos que adaptarnos a estos cambios demográficos y podemos hacer mucho por los refugiados que viven fuera de los campos", apunta.
En ese ámbito de ayuda desarrolla su labor Cáritas Jordania, Mensajeros de la Paz y la Fundación Promoción Social de la Cultura que desarrolla actividades con niños discapacitados dentro de Zaatari, el mayor campo de refugiados del mundo.