CIUDAD DE MÉXICO,
Tras la masacre en el bar gay Pulse de Orlando, en Estados Unidos, que acabó con la vida de 49 personas y más de medio centenar de heridos, algunos responsabilizaron a la Iglesia Católica de ser uno de los instigadores del odio contra los homosexuales. ¿Cuánto de verdad hay en esta acusación? El P. Hugo Valdemar, director de la Oficina de Comunicación Social del Arzobispado de México, responde.
La madrugada del 12 de junio, Omar Mateen ingresó al bar gay Pulse y disparó contra los asistentes, antes de caer abatido por las autoridades.
El grupo terrorista Estado Islámico se atribuyó el atentado. Informes posteriores revelaron que Mateen, en llamadas telefónicas al 911 durante el ataque, se declaró fiel a la organización extremista musulmana.
En una reciente entrevista con el semanario Desde la Fe, de la Arquidiócesis de México, el P. Valdemar dijo que la Iglesia "en absoluto" ha sido omisa a la condena del atentado de Orlando, y destacó que el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera, "a través de un duro comunicado, fue el primero en condenar lo que llamó un cobarde y brutal atentado".
En esa ocasión, recordó, el Cardenal Rivera "fue enfático al recordar que 'la Iglesia Católica rechaza todo crimen de odio, y nos recuerda que la vida es un don que bajo ninguna circunstancia o justificación se debe vulnerar'".
El Papa Francisco también condenó duramente la masacre, recordó el sacerdote mexicano.