CONNECTICUT,
La Madre Rosemae Pender, fundadora de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía, sufrió un ataque al corazón el pasado domingo y murió a los 94 años durante una Misa jubilar en la que se celebraba los 75 años de sus primeros votos religiosos.
Esta Misa de renovación votos se llevó a cabo en la capilla de las Hermanas Franciscanas de San Juan en Connecticut (Estados Unidos) con la participación de 260 fieles, muchos de ellos amigos y familiares.
Fue en el momento en que la Madre Rosemae presentaba los documentos de la orden –durante la procesión de las ofrendas– al Arzobispo Emérito de Hartford, Mons. Henry J. Mansell, cuando se desmayó intempestivamente. La hermana notificó a las enfermeras que no se sentía bien y pidió que la llevaran fuera de la capilla.
"En el momento que la Misa terminó, la Madre Shaun Vergauwen –cofundadora de la orden–, entró en la iglesia y dijo que había fallecido. Hubo muchas lágrimas. Debido a su edad, los presentes debieron haber pensado que esto podría ser un llamado de Dios a su Reino", dijo en diálogo con Hartfort Courant la hermana Suzanne Gross (71), uno de las cinco monjas que estaban renovando sus votos ese día.
"Ella realmente era la roca de nuestra comunidad, la roca estabilizadora. Todas la venerábamos y mirábamos especialmente su sabiduría y su visión", dijo la hermana Kieran Foley.
La Madre Rosemae Pender nació en septiembre de 1921 en Elgin, Illinois. Entró al convento de las Hermanas Franciscanas de la Adoración Perpetua en el estado de Wisconsin y profesó sus primeros votos en 1941.