VATICANO,
El Papa Francisco dedicó su audiencia jubilar de este jueves 30 de junio en la Plaza de San Pedro a reflexionar sobre la urgencia de las obras de misericordia en el mundo actual y la importancia de mirar a los hermanos necesitados del mismo modo en el que Jesús mira a todos.
A continuación y gracias a Radio Vaticanoa, el texto completo de la reflexión del Santo Padre:
Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
¡Cuántas veces, durante estos primeros meses del Jubileo, hemos escuchado hablar de las obras de misericordia! Hoy el Señor nos invita a hacer un serio examen de conciencia.
Es bueno, de hecho, no olvidar nunca que la misericordia no es una palabra abstracta, sino un estilo de vida. Una persona puede ser misericordiosa o puede ser no misericordiosa. Es un estilo de vida, yo elijo vivir como misericordioso o elijo vivir como no misericordioso. Una cosa es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia.
Parafraseando las palabras del apóstol Santiago (cfr 2,14-17) podemos decir: la misericordia sin las obras está muerta en sí misma. ¡Propiamente! Lo que hace viva la misericordia es su constante dinamismo para ir hacia el encuentro de las necesidades de aquellos que están en dificultad espiritual y material. La misericordia tiene ojos para ver, oídos para escuchar, manos para levantar…