VATICANO,
Al celebrarse el 65 aniversario de la ordenación sacerdotal del Papa Emérito Benedicto XVI, EWTN conversó con su secretario personal y Prefecto de la Casa Pontificia, Mons. Georg Gänswein, para conocer los detalles de su vida a tres años de su renuncia al pontificado.
El Arzobispo recordó aquella noche del 11 de febrero de 2013 cuando un relámpago iluminó la cúpula de la basílica de San Pedro en el Vaticano, a las pocas horas de que el Papa Benedicto XVI anunciara su renuncia. Muchos observadores habían interpretado tal acontecimiento como una "reacción divina".
"En aquel momento tuve que llorar abiertamente. Sin embargo, después de tres años ha habido mucha reflexión, incluida la reflexión personal", acotó Mons. Gänswein.
"La impresión fue de una señal desde arriba, una reacción", indicó el Prelado. Relató además, que cuando mostró imágenes del incidente al Sumo Pontífice Emérito, éste se preguntó si se trataba de algún tipo de montaje digital. "Sin embargo, la naturaleza había hablado", acotó.
"El Papa Benedicto XVI estuvo –y hasta la fecha lo está– muy en paz con su decisión de renunciar, porque era el camino correcto", dijo Mons. Gänswein en entrevista con el corresponsal de EWTN en Roma y Alemania, Paul Badde.