MADRID,
Polonia ha contestado de manera contundente a Nils Muiznieks, Comisario Europeo por los Derechos Humanos, después de que éste publicase la semana pasada un informe en el que instaba al país a despenalizar el aborto, eliminar la objeción de conciencia de los médicos y criticaba su forma de tratar a las mujeres que quieren abortar.
La respuesta del gobierno no se ha hecho esperar y acusan al Comisario de extralimitarse en sus funciones y de interpretar de manera sesgada las leyes polacas y las propias funciones de la Comisión de los Derechos Humanos.
"Las fuentes de la legislación polaca se basan en su Constitución y están condicionadas además por un fuerte respaldo de la sociedad y de su respeto por a la vida", argumenta el gobierno polaco.
Para el gobierno de Beata Szydlo, la primera ministra polaca, el informe de la Comisión tan sólo se dedica a repetir las quejas de algunas organizaciones favorables al aborto que apenan tienen voz en la sociedad debido al rechazo que existe en Polonia al aborto.
Sin embargo, insiste de Varsovia, se ha hecho caso omiso a la información que proporcionó el propio gobierno a la Comisión para el informe. Polonia acusa al Comisario Nils Muižnieks de realizar un informe ideológico, "sesgado" y "fuera de lugar".
Hay que tener en cuenta además que Polonia cuenta con una de las tasas más bajas de violencia doméstica y acoso sexual de toda Europa. Y que, según datos de la OCDE, la brecha salarial entre hombres y mujeres en el país es una de las más pequeños de toda Europa: un 10,6%, lo que significa que es más baja que en Alemania, Países Bajos, Suecia o Noruega.