EREVÁN,
El Papa Francisco y el líder de la Iglesia Armenia, el Catholicós Karekin II, han firmado una Declaración conjunta en la que condenan los fundamentalismos religiosos y la persecución que sufren en la actualidad los cristianos. También hablan de la familia y de la unidad.
En el texto, ambos líderes denuncian que "las minorías étnicas y religiosas se han convertido en el objetivo de persecuciones y de tratamientos crueles, hasta el punto de que tales sufrimientos por pertenecer a una confesión religiosa se han transformado en una realidad diaria".
"Los mártires pertenecen a todas las Iglesias y su sufrimiento constituye un ecumenismo de sangre que trasciende las divisiones históricas entre cristianos, llamándonos a todos nosotros a promover la unidad visible de los discípulos de Cristo".
Ambos aseguran su oración "para un cambio de corazón en todos aquellos que comenten tales crímenes y en aquellos que se encuentran en condiciones de detener la violencia".
Asimismo dan gracias a Dios "por la continua y creciente cercanía en la fe y en el amor entre la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica en el testimonio común al mensaje del Evangelio en un mundo lacerado por conflictos y deseos de consuelo y esperanza".
El documento recuerda también la histórica visita de San Juan Pablo II en 2001 y asegura que el "exterminio de un millón y medio de cristianos armenios" es "el primer genocidio del Siglo XX".