VATICANO,
El vocero vaticano, P. Federico Lombardi, rechazó que la Santa Sede tenga algo que ver con las declaraciones atribuidas al obispo chino Mons. Tadeo Ma Daqin –en cuyo blog señala que se arrepiente de haber renunciado a la iglesia controlada por el gobierno–, y señaló que el Papa Francisco reza y sigue con particular atención la vida de los católicos chinos y del Prelado, condenado a prisión domiciliaria por el régimen comunista de Pekín.
Mons. Ma Daqin fue ordenado Obispo Auxiliar de Shanghai (China) el 7 de julio de 2012, luego de un consenso entre la Santa Sede y el gobierno comunista que, a través de la denominada "iglesia patriótica" busca controlar a los católicos del país.
Sin embargo, ese día Mons. Ma Daqin anunció que dejaría sus responsabilidades como vicepresidente de la Asociación Católica Patriótica China (ACPC) en Shanghai y miembro del comité permanente de este organismo. "Tras la ordenación de hoy, dedicaré todos mis esfuerzos al ministerio episcopal. Es un inconveniente para mí seguir sirviendo en el puesto en la ACPC", expresó.
Esto provocó que el gobierno lo condenara a prisión domiciliaria en el seminario de Sheshan. Desde entonces, el Prelado no ha podido celebrar una Misa pública. Asimismo, el Colegio de obispos chinos –controlado por el gobierno y no reconocido por el Vaticano–, lo castigó retirándole por dos años el permiso para ejercer públicamente como sacerdote. Esto se cumplió en junio de 2014.
Durante este tiempo el Prelado ha buscado estar en contacto con los feligreses a través de su blog, convirtiéndose para los católicos fieles a Roma en un símbolo de la resistencia frente a las presiones del régimen comunista.