VATICANO,
Durante la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco hizo a los fieles una confesión personal: la oración que reza todas las noches antes de irse a dormir, para pedir a Dios su misericordia y que lo purifique, tal como hizo con el leproso del Evangelio.
Durante su reflexión, el Pontífice explicó que el leproso clamó a Jesús: "Señor, si quieres, puedes purificarme", es decir, "no pide solamente ser curado, sino ser 'purificado'", ser sanado integralmente, en el cuerpo y en el corazón.
"La súplica del leproso muestra que cuando nos presentamos a Jesús no es necesario hacer largos discursos. Bastan pocas palabras, con tal que sean acompañadas de la plena confianza en su omnipotencia y en su bondad", afirmó el Papa.
Francisco, que invitó a abandonarse a la infinita misericordia de Dios, compartió entonces con los fieles parte de su vida personal.
"También yo les haré una confesión personal. En la noche, antes de ir a la cama, yo rezo esta breve oración: 'Señor, si quieres, puedes purificarme'. Y rezo cinco 'Padre Nuestros', uno por cada llaga de Jesús, porque Jesús nos ha purificado con sus llagas".
"Pero si esto lo hago yo –aseguró el Papa–, pueden hacerlo también ustedes, en su casa, y decir: 'Señor, si quieres, puedes purificarme' y pensar en las llagas de Jesús y decir un 'Padre Nuestro' por cada una. Y Jesús nos escucha siempre".