El tristemente célebre profesor de la Universidad de Princeton, Peter Singer, vuelve a ser noticia por su promoción de la eugenesia. Ahora propone una ceremonia para eliminar niños defectuosos al primer mes de nacidos pues para él, si bien son seres humanos, todavía no son personas.
Aunque parece increíble, el filósofo y catedrático ha propuesto ceremonias con "pastel y refrescos" en las que los médicos entreguen a los padres y sus familiares los resultados de una serie de exámenes que deben ser practicados en los bebés de un mes de nacidos. Si el bebé pasa las pruebas, los invitados lo acogen en la comunidad humana. Pero, si el bebé presenta anomalías como síndrome de Down o palasia cerebral, los padres se despiden de él y el médico se encarga de terminar con su vida.
Para Singer, estas fiestas son una buena idea y la muerte de un bebé de un mes de nacido es una cuestión moralmente debatible.
En un artículo titulado "Matar a los bebés no siempre está mal", Singer afirma que "como los antiguos griegos, deberíamos tener una ceremonia un mes después del parto en la que el infante es admitido en la comunidad. Sólo en ese momento, a los niños se les reconocerían los mismos derechos que a las personas".
Esto significa que si el niño presenta algún defecto, los padres tendrían una ceremonia distinta, en la que el bebé no sería admitido sino conducido a la tumba.
Esto es moralmente aceptable, señala Singer, porque los recién nacidos aunque son humanos no son personas reales. Los bebés se convertirían en personas semanas o meses después del nacimiento, porque carecen de "autoconciencia".