SANTIAGO,
La violencia, la quema y profanación de iglesias, las amenazas a la libertad religiosa, al derecho a la vida y a la familia, entre otros, son elementos que hablan de una "revolución cultural anticristiana y atea" que porta prácticas similares a las del nazismo de Hitler y que actualmente busca "reducir a cenizas" los cimientos y los valores de América Latina.
Así lo explicó a ACI Prensa el P. Francisco Astaburuaga, Asesor Permanente del Consejo Académico Pastoral de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en relación a los recientes hechos de violencia ocurridos en ese país.
El sacerdote dijo que "los hechos de vandalismo y terrorismo del sur (como la quema de varias iglesias) son una manifestación clarísima de la existencia de grupos antisistémicos y anarquistas que no dudan en violentar la dignidad de la persona humana y su conciencia".
Además de las capillas en el sur, el pasado 9 de junio la Iglesia de la Gratitud Nacional, emblemático templo católico de Santiago de Chile, fue brutalmente atacada por encapuchados tras una marcha estudiantil, el pasado 9 de junio, quienes también sacaron una imagen de Cristo crucificado y la destrozaron en plena vía pública.
"Quemar capillas y profanar templos es típico de grupos radicalizados semejantes a los del nacional socialismo alemán durante la época de Hitler. Y ya sabemos las consecuencias de todo sistema totalitario: violación de los derechos fundamentales y dignidad de la persona humana y su conciencia", denunció el también doctor en derecho canónico por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.