VATICANO,
El Papa Francisco dedicó la catequesis de la Audiencia General de esta semana a la parábola del ciego de Jericó que grita para pedir ayuda a Jesús.
"Cuantas veces nosotros, cuando vemos tanta gente en la calle –gente necesitada, enferma, que no tiene que comer– sentimos fastidio. Cuantas veces nosotros, cuando nos encontramos ante tantos prófugos y refugiados, sentimos fastidio. Es una tentación: todos nosotros tenemos esto, ¿eh? Todos, también yo, todos", dijo Francisco.
A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Un día Jesús, acercándose a la ciudad de Jericó, realizó el milagro de restituir la vista a un ciego que mendigaba a lo largo del camino (Cfr. Lc 18,35-43). Hoy queremos aferrar el significado de este signo porque también nos toca directamente.
El evangelista Lucas dice que aquel ciego estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna (Cfr. v. 35). Un ciego en aquellos tiempos – incluso hasta hace poco tiempo atrás – podía vivir solo de la limosna. La figura de este ciego representa a tantas personas que, también hoy, se encuentran marginadas a causa de una discapacidad física o de otro tipo.