VATICANO,
Uno de los mensajes centrales de Jesús y de la Iglesia es "amar al enemigo", y el Papa Francisco explicó que también es esencial rezar por ellos.
Al comentar el Evangelio de la liturgia del día en la Misa matutina de la capilla en la Casa Santa Marta, el Pontífice habló sobre los Mandamientos y pidió: "Que el Señor nos de la gracia, solo esta: oren por los enemigos, por aquellos que nos desean mal, que no quieren el bien para nosotros. Orar por aquellos que nos hacen mal, que nos persiguen. Y cada uno de nosotros sabe el nombre y el apellido: oro por esto, por esto, por esto… Les aseguro que esta oración hará dos cosas: a él lo hará mejorar porque la oración es potente, y a nosotros nos hará más hijos del Padre".
El Pontífice dijo que cuando Jesús inicia su predicación "la explicación de la Ley entonces estaba en crisis". "Era una explicación demasiado teórica, casuística, digamos que era una ley en la que no existía el corazón propio de la Ley, que es el amor de Dios que nos ha dado a nosotros", señaló.
"Por esto el Señor repite lo que ya estaba en el Antiguo Testamento: '¿el mandamiento más grande cual es?'. Amar a Dios con todo el corazón, con todas sus fuerzas, con todo el alma, y al prójimo como a ti mismo".
El Papa señaló que "en la explicación de los doctores de la Ley esto no estaba tan en el centro. En el centro estaban los casos: '¿Pero se puede hacer esto?', '¿Y si no se puede?'. La casuística característica de la Ley. Y Jesús toma esto y relanza el verdadero sentido de la Ley para llevarlo a su plenitud".
Así, Jesús ofrece "muchos ejemplos" en los que muestra cómo los mandamientos son buenos: "No matarás", que también se refiere a insultar a un hermano.