MADRID,
Tito Meeus y Otto De Greve tienen siete años y han sido objeto de una suerte de "experimento social", que ha consistido en simular un enlace civil entre ambos menores en el espacio dedicado a las bodas en el Ayuntamiento de Gante (Bégica).
La pantomima se repite cada año con la participación de profesores, alumnos y padres del colegio Freinetschool de Boomgaardsuele. Sin embargo, este año han ido más allá, al proponer a los niños celebrar un conato de 'boda gay' entre dos menores varones.
A esta parodia se ha sumado hasta una funcionaria del Consistorio belga y un nutrido grupo de medios de comunicación, que han difundido el momento en que Tito y Otto se han intercambiado unas pulseras "de la amistad".
Se conoce que los organizadores son tan conscientes del efecto que esta parafernalia puede producir en la psicología de los menores, que se han visto en la obligación de dulcificar la 'boda gay' rebajándolo a una promesa de amistad.