VATICANO,
La catequesis del Papa Francisco de esta semana en la Audiencia General en la Plaza de San Pedro trató del relato de las Bodas de Caná, donde según el Pontífice se ve la misión a la que es llamado el cristiano y que está en relación directa con el amor de Dios y el misterio pascual.
"A estas bodas todos somos invitados, porque ¡el vino nuevo nunca puede faltar!", exclamó el Papa.
Este relato de las Bodas de Caná es una "especie de 'puerta de entrada', en la que son grabadas palabras y expresiones que iluminan todo el misterio de Cristo y abren el corazón de los discípulos a la fe".
Francisco recordó que junto a Jesús estaban precisamente ellos y "dando comienzo a su ministerio público en las bodas de Caná, Jesús se manifiesta como el esposo del pueblo de Dios, anunciado por los profetas, y nos revela la profundidad de la relación que nos une a Él: es una nueva Alianza de amor", señaló.
"La vida cristiana es la respuesta a este amor, es como la historia de dos enamorados. Dios y el hombre se encuentran, se buscan, se celebran y se aman: como el amado y la amada en el Cantar de los Cantares".
"Todo el resto viene como consecuencia de esta relación. La Iglesia es la familia de Jesús en el que se vierte su amor, este amor que la Iglesia cuida y quiere donar a todos".