LOS ÁNGELES,
Un mexicano que experimentó el drama de la migración en Estados Unidos, un español agnóstico que sintió el llamado de Cristo cuando vio por televisión el funeral del Papa Juan Pablo II y un profesor de música holandés que confirmó su vocación en la JMJ de Colonia integran el grupo de nueve sacerdotes ordenados por el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, el sábado pasado.
Jeffrey Baker, Joshua Diener, Luis Espinoza, Paolo García, Anthony Garcias, Gregorio Hidalgo, Matthew Murphy, Ethan Southard y Albert van der Woerd recibieron el orden en la Catedral Nuestra Señora de Los Ángeles y son el grupo más grande de los últimos años.
"Cuando pienso en sus historias, en quiénes son y de dónde vienen. Me recuerdan cuando Jesús llamó a sus primeros apóstoles. Los ha llamado de diferentes lugares y de distintas realidades. Hoy les dice a ustedes como a sus primeros apóstoles: Yo los llamo amigos", expresó Mons. Gómez.
El prelado les dijo que "el sacerdote es el rostro y el corazón de Cristo" y que "en la vida sólo hay una alegría verdadera: conocer a Jesús y llevar a otros al hermoso encuentro de la amistad con Él".
Les recordó que en la actualidad los sacerdotes tienen la misión de "ir en busca de aquellos que están alejados de la Iglesia. Tienen que llamarlos y darles la bienvenida a casa con ternura".
"Nosotros amamos a Dios que se mostró a nosotros con un rostro humano, que nos amó con un corazón humano. Amamos a Dios que busca a los perdidos. Esa es la responsabilidad y el privilegio del sacerdote – mostrar el rostro de Jesús, de buscar a los perdidos con Su corazón amoroso".