VATICANO,
Es la primera vez que se hace oficial la excomunión de un grupo cismático durante el Pontificado del Papa Francisco. Se trata de la autodenominada "Iglesia Cristiana Universal de la Nueva Jerusalén", fundada en Italia por la presunta vidente Giuseppina Norcia y que opera en Gallinaro, una pequeña localidad de Val Comino, al sudeste de Roma.
Aunque esta secta no se encontraba en comunión con la Iglesia Católica y estaba excomulgada latae sententiae, es decir, de manera automática y sin necesidad de pronunciamiento alguno por parte de la Santa Sede, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha decidido comunicarlo de manera oficial.
La decisión ha sido dada a conocer al Obispo de la diócesis de Sora Cassino Aquino y Pontecorvo, Mons. Gerardo Antonazzo, quien difundió una nota en todas las iglesias de la diócesis en las misas del domingo.
El Vaticano pone fin así a 42 años de engaño y supuestas visiones de Giuseppina Norcia que ha conseguido atrapar a decenas de personas. "La posición doctrinal de tal grupo es claramente contraria a la fe católica y su constitución en una nueva organización, descaradamente cismática, impone de quien tiene la responsabilidad de guiar al pueblo de Dios una clara toma de posición con el fin de salvaguardar el bien superior de la Iglesia y de sus fieles", dice la nota leída en las misas.
Por tanto, "aquellos que se adhieran a la citada asociación incurren en la excomunión 'latae sententiae' por el delito de cisma".
"La remisión de la excomunión 'latae sententiae' es dejada a la competencia del ordinario del lugar. Para incurrir en tal sanción es necesario que los fieles se adhieran conscientemente o de manera formal a tal asociación considerando su doctrina y sus ideas, por lo que no es suficiente el asistir ocasionalmente o en ocasiones", agrega la nota.