NUEVA DELHI,
La religiosa india Sor Meena Barwa perdonó a los fundamentalistas hindúes que la golpearon y violaron durante la sangrienta persecución anticristiana que estalló en el estado de Orisa en 2008.
"La violación en grupo fue una experiencia horrible y después fue más doloroso aún. Pero he perdonado a los que violaron mi cuerpo y a todos aquellos que han asesinado, saqueado y quemado hogares. Eso me ha liberado. Me gusta citar a San Pablo: 'Estimo que los sufrimientos de la vida presente no se pueden comparar con la gloria que nos espera y que ha de manifestarse", aseguró en diálogo con Global Sisters Report.
Barwa, de 34 años, pertenece a las Siervas de María, una congregación indígena de Odisha, un estado de la India oriental. Ella fue una de las víctimas de la peor violencia anticristiana en la historia moderna de la India.
Los ataques o revueltas contra los cristianos comenzaron el 24 de agosto del 2008, un día antes de que Barwa fuera violada, y duraron 4 meses más. Murieron más de 90 personas, 395 iglesias y otros lugares de culto fueron destruidos.
Cerca de 56.000 personas fueron desplazadas y terminaron en la miseria.
"Fui atacada porque soy un miembro de un grupo minoritario. Los fundamentalistas me atacaron porque querían destruir y acabar con el cristianismo, ofender e infligir dolor sobre mí y sobre la Iglesia", acotó Barwa.