VATICANO,
El Papa Francisco instó hoy a miles de diáconos a estar disponibles en la vida, ser mansos de corazón y permanecer en constante diálogo con Jesús para servir a los más pobres y testimoniar a Cristo puesto que el servicio es el único camino para ser discípulo de Jesús.
Miles de diáconos participaron esta mañana en la Basílica de San Pedro de la Santa Misa que presidió el Papa Francisco en ocasión del Jubileo de los diáconos, uno de los eventos previstos del Año Santo de la Misericordia.
En la homilía que realizó, el Santo Padre aseguró que este ministerio es sinónimo de servicio al otro y recordó que "el que sirve no es esclavo de la agenda que establece, sino que, dócil de corazón, está disponible a lo no programado: solícito para el hermano y abierto a lo imprevisto, que nunca falta y a menudo es la sorpresa cotidiana de Dios".
Francisco comentó la lectura de San Pablo de la liturgia del día y afirmó que los términos apóstol y servidor "están unidos, no pueden separarse jamás; son como dos caras de una misma moneda: quien anuncia a Jesús está llamado a servir y el que sirve anuncia a Jesús".
"El discípulo de Jesús no puede caminar por una vía diferente a la del Maestro, sino que, si quiere anunciar, debe imitarlo, como hizo Pablo: aspirar a ser un servidor. Dicho de otro modo, si evangelizar es la misión asignada a cada cristiano en el bautismo, servir es el estilo mediante el cual se vive la misión, el único modo de ser discípulo de Jesús. Su testigo es el que hace como él: el que sirve a los hermanos y a las hermanas, sin cansarse de Cristo humilde, sin cansarse de la vida cristiana que es vida de servicio".