ROMA,
En la exposición organizada por la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger- Benedicto XVI "¿Universidad sin humanismo?, el impulso de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI", el profesor Lorenzo Ornaghi, politólogo italiano y exministro de bienes y actividad cultural, explicó la visión del Papa Emérito de la universidad como "un lugar de producción, de investigación científica y de auténtica cultura".
Ornaghi señaló que para el Papa Emérito "las universidades no sólo tienen el poder para ayudar a detener el declive de la cultura y el pensamiento occidental, sino que se encuentran en el momento histórico propicio para hacerlo".
Benedicto XVI considera que de la cultura "depende el futuro de Europa" porque esta "no es sólo una red de ideas sino que produce hechos, orienta comportamientos y contribuye a crear actitudes individuales y colectivas".
"La creciente debilidad cultural de Europa es una de las causas que contribuyen a su decadencia política objetiva y crecientes dificultades económicas. La tarea de la universidad es para combatir y si es posible revertir el proceso de deterioro del que Europa es la víctima o el autor más o menos inconsciente", manifestó el exministro.
El también exrector de la Universidad Católica del Sagrado Corazón señaló que la principal preocupación de Benedicto XVI sobre la investigación científica es que "a la razón, la ratio, (la más importante garantía de la unidad de desarrollo del pensamiento occidental) se la encierra en una ciencia, o más a menudo en una pseudo-ciencia, que se ocupa sólo de lo que es cuantitativo, medible y que se evalúa en función de su utilidad social".
Ornaghi indicó que, según el Papa Emérito, si "queremos detener el deterioro del pensamiento y de la cultura occidental se necesita ampliar la razón para que abarque toda la realidad y no sólo un fragmento". Cuando esto sucede "la razón se encuentra con la fe, que constituye la mejor garantía de la unidad del saber y que es la premisa indispensable del humanismo".