VATICANO,
Al término de la Audiencia General en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco ha recibido lo que puede considerarse uno de los regalos más conmovedores y tristes de Pontificado: el chaleco salvavidas de una niña refugiada siria de seis años que murió en su travesía a la isla griega de Lesbos.
El chaleco fue entregado por la asociación de socorristas españoles "Proactiva Open Arms", que desde septiembre trabajan salvando la vida de cientos de personas que a causa de las guerras y la persecución religiosa en Medio Oriente se ven obligados a abandonar sus países para buscar un mejor futuro.
"Proactiva Open Arms" trabaja sin descanso en las costas de la isla griega de Lesbos, donde el Papa Francisco acudió hace algunas semanas para llevar su cercanía y solidaridad a los refugiados.
"Nuestra intención era traerle un trocito de realidad de Lesbos y le hemos traído el chaleco de una niña de seis años que no pudimos rescatar, que evidentemente murió ahogada con su familia", explicó a los medios españoles el socorrista Óscar Camps.
Sobre el encuentro con Francisco, relató que "en un tono muy cordial y distendido nos alabó el trabajo y nos animó a seguir y quedó compungido cuando le expliqué la historia".