CIUDAD DE MÉXICO,
El Arzobispo de Acapulco (México), Mons. Carlos Garfias Merlos, reflexionó recientemente sobre "la identidad y la misión" de un sacerdote en medio de la violencia que vive el país, y alentó a acompañar pastoral y espiritualmente a su comunidad.
En un comunicado titulado "La misión del sacerdote en un contexto de inseguridad y violencia", Mons. Garfias Merlos señaló que "la violencia y la inseguridad siguen siendo amenazas que pesan mucho sobre los pueblos que se nos han confiado para acompañar mediante la acción pastoral cotidiana".
"Los sacerdotes entendemos que tenemos un papel relevante en las comunidades y que por ello tenemos una responsabilidad pastoral y social que cumplir en torno a los sufrimientos y las aspiraciones de la gente".
Acapulco, que llegó a ser una de las playas preferidas por personalidades de Hollywood a mediados del siglo XX, se vio desde inicios del siglo XXI afectado por la violencia del narcotráfico en el país.
A inicios de este año, la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal consideró a Acapulco la cuarta ciudad más violenta del mundo. En un informe de fines de abril, Acapulco fue considerado el municipio más violento de México.
El Arzobispo de Acapulco lamentó que "la violencia está calando muy hondo en muchas de nuestras comunidades y en numerosas familias que necesitan de nuestra presencia pastoral".