VATICANO,
El miércoles 11 de mayo, al término de la Audiencia General, el Papa Francisco tuvo un emotivo encuentro con Cheryl Tobin, una mujer de 48 años con cáncer terminal cuyo tratamiento le deformó el lado izquierdo del rostro. Con una esperanza de vida de seis a nueve meses si sigue la quimioterapia, uno de sus deseos era conocer al Pontífice y el Vaticano.
Para poder cumplir su deseo, Cheryl necesitaba de la solidaridad y por ello narró su historia en un blog, donde solicitaba oraciones y alguna donación para poder llegar a la Santa Sede.
Cheryl, casada y con hijos, relató que en diciembre de 2013 fue diagnosticada con una rara forma de cáncer que usualmente aparece en personas mayores de 70 años.
Indicó que su tumor "estaba originalmente situado en el espacio de la parótida cerca a la base del cráneo", además afectaba también la arteria carótida. Esto hacía su cáncer inoperable.
Solo le quedaba someterse a quimioterapia, la cual completó en el Centro para Cáncer MD Anderson en Houston (Estados Unidos), el 14 de marzo de 2014, el día que su hijo cumplía 18 años.
Si bien el tumor se había reducido, seguía siendo inoperable. "A pesar de que tenía esperanzas y creo en los milagros, mi pronóstico era malo". Relató que intentó trabajar mientras seguía el tratamiento médico, pero su salud era frágil y debió abandonar el trabajo en diciembre de 2014.