VATICANO,
El Papa Francisco dirigió esta mañana un discurso a un grupo de nuevos embajadores ante la Santa Sede, a quienes les habló de la necesidad de afrontar el fenómeno migratorio con sabiduría, compasión y solidaridad; y les dijo que la diplomacia es un camino privilegiado para transmitir "el grito" de los que sufren violencia y persecución.
A los nuevos embajadores que presentaron sus credenciales en el Vaticano, el Papa dijo que es necesario mantener con firmeza la resolución de dar a conocer al mundo la situación crítica de tantos seres humanos que viven "la tragedia de la violencia y de la migración forzada para que a través de la nuestra se escuche su voz, demasiado débil e incapaz de hacer resonar su grito".
En este sentido el camino de la diplomacia "nos ayuda a amplificar y transmitir este grito a través de la búsqueda de soluciones a las muchas causas subyacentes del conflicto actual".
De esa búsqueda forman parte los esfuerzos encaminados a "privar de las armas a quienes usan la violencia, así como a poner fin al flagelo de la trata de personas y del tráfico de drogas que a menudo acompañan a este mal".
"Si nuestras iniciativas en nombre de la paz deberían ayudar a las poblaciones a permanecer en su patria, la situación actual nos llama a asistir a los migrantes y a cuantos los atienden".
En la Sala Clementina del Palacio Apostólico en el Vaticano, el Papa recordó a los embajadores que su "presencia hoy aquí es un fuerte recordatorio de que, a pesar de que nuestras nacionalidades, culturas y religiones puedan ser diferentes, estamos unidos por una humanidad común y por la misión compartida de cuidar de la sociedad y de la creación".