VATICANO,
La Audiencia General que se desarrolló este miércoles en la Plaza de San Pedro contó con un invitado muy especial: un perro San Bernardo que ingresó al lugar con su propio billete de invitado.
Se trata de Magnum quien tiene la misión de salvar simbólicamente la región de San Bernardo, situada entre Italia y Suiza. La historia se remite a 1035, cuando se construyó, sobre el paso que existe hacia los Alpes, un hospital de una congregación de canónigos regulares, por obra de Bernardo de Menthon con el fin de recobrar, asistir y proteger a los viajeros que llegaban hasta el lugar.
A partir del siglo XVI, los eclesiásticos del hospital tenían grandes perros que con el tiempo fueron conocidos como de raza San Bernardo, que ayudaban al rescate de los viajeros y que tenían, entre otras habilidades, la de presentir las avalanchas de nieve en la zona.
Magnum hizo recordar así la extraordinaria labor que los perros de su raza han desarrollado durante años en esa región de Italia y lanzar la candidatura del "San Bernardo –hospicio-perros-calles" como patrimonio cultural de la UNESCO.
Para la ocasión también estuvieron presentes algunos miembros de la Fundación Barry que promueve esta iniciativa, y que explicaron a Francisco los detalles de la misma.