VATICANO,
El Papa Francisco inauguró este lunes 16 de mayo la 69° Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), dedicada a la "renovación del clero", con un discurso donde explicó las características que debe tener un buen sacerdote, que "no se escandaliza por las fragilidades que agitan el alma humana", sino que acepta hacerse partícipe y responsable del destino de los fieles que el Señor le ha encomendado.
El Santo Padre inició su discurso reflexionando sobre la reciente celebración de Pentecostés para recordar que es el Espíritu Santo quien "suscita la generosa disponibilidad y alegría evangelizadora de tantos sacerdotes". "Sin el Espíritu Santo –lo sabemos– no existe la posibilidad de una buena vida ni de reforma", añadió.
En ese sentido, Francisco, que dijo que no quería ofrecer una reflexión sistemática sobre la figura del sacerdote, invitó a los obispos italianos a acercarse de manera silenciosa, "casi en punta de pie", a cualquiera de los párrocos y preguntarse con sencillez "¿por quién y por qué comprometen su servicio?, ¿cuál es la razón por la cual se donan a sí mismos?".
"En nuestro ministerio, ¡cuántas personas encontramos que están preocupadas por la falta de una referencia a la cual mirar! ¡Cuántas relaciones heridas! En un mundo en el cual cada uno se piensa como la medida de todo, no hay lugar para el hermano", expresó el Papa.
En esta realidad, señaló, "la vida de nuestro presbítero se vuelve elocuente, porque es diferente y alternativa". El sacerdote, indicó el Papa, es como Moisés que se acercó al fuego y dejó que las llamas quemen sus ambiciones de carrera y poder, e "hizo una fogata también de las tentaciones de interpretarse como un 'devoto' que se refugia en un intimismo religioso que de espiritual tiene bien poco".
El sacerdote, señaló el Papa, "no se escandaliza por las fragilidades que agitan el alma humana: consciente de ser él mismo un paralítico sanado, se mantiene distante de la frialdad del rigorista, así como de la superficialidad de quien quiere mostrar una condescendencia barata. En cambio acepta hacerse cargo, sintiéndose partícipe y responsable de su destino".