ROMA,
A medida que se acerca la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que será del 26 al 31 de julio en Cracovia (Polonia), aumenta la expectativa sobre qué sucederá en esos días y, en especial, sobre cómo actuará el Espíritu Santo.
Este último punto fue abordado el mes pasado por Danny Casey, jefe operario de la JMJ que se realizó el año 2008 en Sídney (Australia), en una conferencia organizada en la Universidad Jaguelónica en Cracovia sobre la Jornada Mundial de la Juventud.
En su intervención indicó que la oración es la mejor forma para que los organizadores "promuevan" la acción del Espíritu en la JMJ.
"En ocasiones tendremos la sensación de creer que las cosas no 'fluyen'; ustedes experimentarán muchos cambios inesperados, se darán cuenta de que hay fuerzas que no desean que esto se realice y la única manera de sobrepasar estos obstáculos es la oración. Por consiguiente, oración por un lado y trabajo arduo por el otro. Estos dos elementos son inseparables", manifestó Casey.
Añadió que "con Dios podremos hacer mucho más de lo que podríamos hacer sólo por nuestras fuerzas. Tenemos que darlo todo, hasta la última gota y ello supone fuerza espiritual y oración. Podemos iniciar y concluir cada reunión con la oración por la JMJ; podríamos invitar a las autoridades civiles para que oren con nosotros, con el fin de que san conscientes de que durante la Jornada, serán servidores de Dios y de la Iglesia".
Por otro lado, en cuanto a la seguridad y al ambiente de temor a raíz de los atentados de Bruselas y Paris, Casey comentó que antes de la JMJ de Toronto del año 2002 se vivió la misma situación, porque un año antes ocurrió el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York (Estados Unidos).