VATICANO,
El Papa Francisco celebró una nueva Audiencia Jubilar en la Plaza de San Pedro y dedicó la catequesis esta vez a la piedad.
"También nosotros somos llamados a cultivar en nosotros actitudes de piedad ante tantas situaciones de la vida, quitándonos de encima la indiferencia que impide reconocer las exigencias de los hermanos que nos rodean y liberándonos de la esclavitud del bienestar material", explicó.
A continuación, la catequesis del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
No parece tan bonito el día, pero ustedes son valientes y han venido con la lluvia, gracias. Esta audiencia se realizará en dos lugares: los enfermos están en el Aula Pablo VI, por la lluvia, están más cómodos ahí y nos siguen a través de las pantallas; y nosotros aquí. Estamos unidos, ambos, y les hago la propuesta de saludarlos con un aplauso. No es fácil aplaudir con el paraguas en la mano, ¿eh?
Entre los tantos aspectos de la misericordia, existe uno que consiste en sentir piedad o apiadarse en relación a cuantos tienen necesidad de amor. La pietas – la piedad – es un concepto presente en el mundo greco-romano, donde indica el acto de someterse a los superiores: sobre todo la devoción debida a los dioses, también el respeto de los hijos hacia los padres, sobre todo a los ancianos. Hoy, en cambio, debemos estar atentos a no identificar la piedad con el pietismo, bastante difundido, que es solo una emoción superficial y ofende la dignidad del otro. Al mismo modo, la piedad no se debe confundir ni siquiera con la compasión que sentimos por los animales que viven con nosotros; sucede, de hecho, que a veces se siente este sentimiento hacia los animales, y se permanece indiferente ante los sufrimientos de los hermanos. Pero, cuantas veces vemos gente tan apegada a los gatos, a los perros, y después dejan sin ayuda el hambre del vecino, de la vecina… no, no ¿eh?