La Iglesia Católica tiene en sus filas muchos testimonios de madres santas cuyos hijos también fueron santos. Aquí presentamos a ocho de estas grandes mujeres que amaron a Dios e irradiaron ese fervor en sus hijos.
1. Santa Ana y la Santísima Virgen María
Santa Ana, madre de la Madre de Dios, la Santísima Virgen María, no sólo es ejemplo de una santa mamá, sino también de una santa abuela, cuyo nieto es Jesús mismo.
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2. Santa Mónica y San Agustín de Hipona
Muchos saben que fue a través de las fervorosas oraciones de Santa Mónica que su rebelde hijo convertido en Doctor de la Iglesia llegó a ser el santo que conocemos hoy. Ella rezó por él sin parar, y poco a poco, Cristo respondió a sus plegarias. San Agustín tuvo una conversión del corazón y a partir de ese momento dedicó su vida a Dios.