REDACCION CENTRAL,
"¿Qué pasó cuando me vestí como sacerdote: Una investigación sobre el poder del uniforme" es el título de un reportaje producto de un experimento social de Tom Chiarella, que se disfrazó de sacerdote para ver y experimentar la reacción de los transeúntes en las calles de Chicago en Estados Unidos.
El artículo publicado por la revista Esquire Magazine, que no suele presentar contenido católico en sus páginas, fue también recogido por el sitio ChurchPop, el cual publicó una lista con las 5 cosas descubiertas por Chiarella después de vestirse con la clásica sotana:
1. Las personas lo miraban por donde iba
"Una hora con el uniforme y supe esto: En un día de verano brillante, en una gran ciudad, un cura con sotana es algo digno de contemplar. La gente establece contacto visual con un cura, inclinan la cabeza o lo hacen ligeramente. También se quedan mirando, respetuosamente. De lejos".
"Al caminar en parejas, los hombres dejan de lado su forma habitual de comportarse para decir bruscamente 'Buenos días, padre'. Lo que es un hábito aprendido en la escuela secundaria".
2. La gente quería tocarlo