VATICANO,
Un sábado más, el Papa Francisco celebró una nueva Audiencia Jubilar, en esta ocasión dedicada a los militares y policías, en la que recordó que Dios no se cansa de perdonar, para lo que se necesita deseo de reconciliación.
El Papa reflexionó sobre la reconciliación y recordó que "Dios no ha dejado nunca de ofrecer su perdón a los hombres: su misericordia se hace sentir de generación en generación".
Francisco afirmó que al pecar "somos nosotros los que nos alejamos de Él, pero Él, viéndonos en el peligro, intenta acercarse todavía más a nosotros".
"Dios no se resigna nunca a la posibilidad de que una persona permanezca extraña a su amor, a condición de encontrar en ella algún signo de arrepentimiento por el mal que ha cometido".
Francisco aseguró que "solo con nuestras fuerzas no podemos reconciliarnos con Dios" porque "el pecado es de verdad una expresión de rechazo de su amor con la consecuencia de cerrarnos en nosotros mismos, engañándonos a nosotros mismos con encontrar más libertad y autonomía".