NUEVA YORK,
El primer día del Congreso Internacional WeAreN2016, en defensa de la libertad religiosa y otros derechos humanos, expuso en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos) el terrible drama que viven los cristianos y otras minorías religiosas en Medio Oriente, debido a la persecución de los extremistas musulmanes encabezados por el Estado Islámico (ISIS o Daesh).
"Por favor, sálvennos del ISIS", clamó Samia Sleman, joven yazidí –religión considerada como adoradores del demonio por los extremistas musulmanes– durante su ponencia en el congreso.
Samia, que fue secuestrada y convertida en esclava sexual por ISIS, denunció que estos terroristas "violaban a niñas yazidíes de 7 y 8 años y mataban a los hombres y mujeres mayores".
"Solo querían a las niñas como esclavas sexuales", relató entre lágrimas al auditorio de la ONU. "Nos vendían o nos regalaban".
"Solo la comunidad cristiana internacional puede salvarnos", aseguró.