MADRID,
Su nombre es María Montserrat Grases García y era llamada cariñosamente "Montse" por amigos y familiares; tenía 17 años cuando falleció de cáncer y hoy 27 de abril la Santa Sede anunció el reconocimiento de sus virtudes heroicas, pues su vida fue testimonio para muchos que vieron "su progresiva unión con Dios" y afirman que cuando se le veía rezar se "palpaba su proximidad con Cristo".
Montse nació el 10 de julio de 1941 y era la segunda de nueve hijos. Quienes la conocieron afirman que tenía un temperamento "vivaz y espontáneo". Además era alegre, sencilla y generosa; tenía muchos amigos y le gustaban los deportes, la música, las danzas populares de su tierra y participar en obras de teatro.
Desde pequeña sus padres le enseñaron a tratar a Dios con confianza y le ayudaron a luchar por vivir las virtudes cristianas. Así, en 1954, a la edad de 13 años comenzó a frecuentar un centro del Opus Dei, cuyos medios de formación cristiana contribuyeron en su maduración humana y espiritual.
A los 16 años Montserrat solicitó ser admitida en el Opus Dei. A partir de entonces se empeñó con mayor decisión y constancia en buscar la santidad en su vida cotidiana. Se esforzó por tener un trato constante con Dios y a descubrir la voluntad divina en el cumplimiento de sus deberes. Así, la adolescente logró transmitir a familiares y amigos la paz que da vivir cerca del Padre.
Sin embargo, poco antes de cumplir los 17 años, le diagnosticaron un cáncer (sarcoma de Ewing) en el fémur de la pierna izquierda. La enfermedad duró nueve meses y le ocasionó dolores muy intensos, que la adolescente aceptó con serenidad y fortaleza. También mientras estuvo enferma, manifestó una alegría contagiosa.