Temerosa de que el espíritu de su fallecido ex esposo la acechara, una mujer buscó al P. Vincent Lampert, exorcista de la diócesis de Indianápolis, estado de Indiana (Estados Unidos).
Desde que murió su ex esposo, cosas extrañas sucedían en la casa. La mujer vivía sola y cuando sus muebles se movían no había a quién culpar. Fue especialmente desconcertante que una vieja foto de su matrimonio apareciera una y otra vez sobre una mesa, pese a que ella constantemente la cambiaba de lugar.
El matrimonio había terminado debido a la infidelidad. Cuando el esposo le anunció que la estaba dejando por otra mujer, la esposa le dijo "¡púdrete en el infierno!"
El tiempo pasó, y el ex esposo desarrolló una enfermedad terminal. Antes de su muerte, se arrepintió del adulterio y le pidió perdón a su esposa. "¡Púdrete en el infierno!" fue la respuesta de ella, pues no tenía intención de perdonarlo por el intenso dolor que le había causado y por destruir su matrimonio.
Pero ahora, después de su muerte, parecía que él estaba haciendo notar su presencia a su ex esposa. ¿La estaba acosando por venganza? ¿O realmente estaba en el infierno ahora y la estaba castigando de alguna forma?
Después de evaluar la situación, el P. Lampert consideró que el hombre estaba en el purgatorio y necesitaba oraciones. Dios le permitió que hiciera notar su presencia ante su ex esposa. "La convencí de perdonarlo", dijo el sacerdote. "Recé por él junto a ella y todo se detuvo".