SANTIAGO,
En la madrugada del 18 de abril un grupo de encapuchados armados ingresó a un centro de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, en la ciudad de Cañete al sur de Chile, y prendió fuego al recinto.
Se trata del Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica Agropecuaria, ubicado en la región del Biobío, una zona en constante conflicto territorial entre algunas comunidades mapuches y el Estado.
Los individuos también atacaron al administrador del lugar, Eduardo Jeria, y rociaron con combustible a sus hijos. Los amenazaron con quemarlos si no abandonaban el lugar. Afortunadamente no hubo ningún herido ni afectado y estas personas pudieron salir del lugar antes del incendio.
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Cardenal Ricardo Ezzati, expresó su "dolor e indignación" por los hechos ocurridos y manifestó su cercanía "a la Arquidiócesis, a la Universidad Católica y a las comunidades que han sufrido tan grave daño".
En una carta dirigida al Arzobispo de Concepción, Mons. Fernando Chomali, el Cardenal Ezzati señaló que el centro "fue una respuesta de la Iglesia a la petición de los caciques a favor de la población Mapuche, especialmente de las familias y los jóvenes de esa localidad".
Tanto el centro como la Universidad "son una expresión concreta de la cercanía de la Iglesia a la problemática situación del pueblo Mapuche", agregó el también Arzobispo de Santiago.