ROMA,
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) compartió los testimonios de tres sacerdotes ucranianos que fueron secuestrados en 2014, en los primeros meses de lo que hoy se conoce como la "guerra en el este de Ucrania".
Desde abril de 2014, sectores orientales de Ucrania que buscan su separación para anexarse a la vecina Rusia se han enfrentado con las fuerzas armadas del país. De acuerdo al informe de marzo de este año de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), hasta la fecha han muerto más de 9 mil personas, más de 21 mil han resultado heridas y hay más de un millón de desplazados.
A inicios de este mes, el Papa Francisco anunció que el domingo 24 de abril se realizará una colecta especial en todas las iglesias católicas de Europa, como ayuda a víctimas de la guerra en Ucrania.
El primer testimonio que recogió Ayuda a la Iglesia Necesitada fue el del P. Sergej, sacerdote greco-católico perteneciente al Exarcado Arzobispal de Donetsk, secuestrado a finales de julio de 2014 cuando conducía su automóvil.
"Creo que mis raptores llevaban tiempo espiándome, porque poseían mucha información sobre mí y sobre mis feligreses", dijo el sacerdote.
"De un vehículo situado al lado del mío descendieron tres hombres del Ejército de la Nueva Rusia. Enseguida comprendí que iban a por mí. Me obligaron a subirme a su coche y luego me adormecieron con una esponja empapada en cloroformo", recordó.