VATICANO,
Hay fieles que aunque se dicen cristianos porque hablan de Dios, en realidad están huérfanos porque no se dejan atraer por el Padre y reniegan de Él, advirtió este martes el Papa Francisco durante la Misa en la Casa Santa Marta, donde continuó explicando la relación entre el discípulo y Cristo Buen Pastor.
En su homilía, el Santo Padre afirmó que "Jesús nos invita a ser sus discípulos, pero para serlo, debemos dejarnos atraer por el Padre hacia Él". En ese sentido, invitó a recitar la oración humilde del hijo: "Padre, atráeme hacia Jesús; Padre, llévame a conocer a Jesús". Entonces, "el Padre enviará al Espíritu a abrirnos los corazones y nos llevará hacia Jesús. Un cristiano que no se deja atraer por el Padre hacia Jesús es un cristiano que vive en condición de huérfano; y nosotros tenemos un Padre, no somos huérfanos".
Francisco explicó que un corazón abierto a Dios es capaz de aceptar las "novedades" que trae el Espíritu. Sin embargo, están los escépticos que a pesar de los milagros, signos prodigiosos, palabras jamás escuchadas, repiten casi siempre la misma pregunta: "¿Eres tú el Cristo?".
Recordó que escribas y fariseos se mantenían con un corazón ciego y preguntaban "¿hasta cuándo nos mantendrás en la incertidumbre? Si tú eres el Cristo, dínoslo a nosotros abiertamente".
"Una ceguera de fe, y Jesús mismo explica a sus interlocutores: 'Ustedes no creen porque no forman parte de mis ovejas'. Formar parte del rebaño de Dios es una gracia, pero que tiene necesidad de un corazón disponible", indicó.
"'Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán eternamente y nadie las arrebatará de mi mano'. Estas ovejas ¿han estudiado para seguir a Jesús y después han creído? No. 'Mi Padre que me las dio es mayor que todos'. Es precisamente el Padre quien da las ovejas al pastor. Es el Padre quien atrae los corazones hacia Jesús", señaló Francisco.