DENVER,
En Estados Unidos las elecciones presidenciales se realizarán el 8 de noviembre de 2016 y los católicos deberán tomar una decisión ante los dos principales partidos políticos: el Demócrata y el Republicano.
Hoy existe una polarización entre ambos en diversos temas como el aborto, algo que antiguamente no sucedía. Hasta 1980 ser pro vida o pro aborto no necesariamente significaba pertenecer a una de las dos tiendas políticas. En la actualidad los nuevos pro vida de Estados Unidos tendrán dificultades para encajar cabalmente en cualquiera de los dos.
Por un lado Hillary Clinton, que encabeza las encuestas en las primarias del Partido Demócrata, defiende el aborto y ha expresado su respaldo a la multinacional Planned Parenthood, acusada de tráfico de órganos de bebés abortados.
El otro candidato de este partido es el Bernie Sanders, que mantiene la misma postura que Clinton y recientemente aseguró ser "muy fuertemente pro-choice (pro-aborto)".
Por el Partido Republicano el candidato Ted Cruz quiere revertir la decisión tomada por la Corte Suprema en 1973 con el caso Roe v Wade, que legalizó el aborto a nivel nacional. Sin embargo, quien tiene mayores posibilidades de salir airoso en las primarias sería Donald Trump, que pese a haber alegado ser pro vida, hizo una fuerte declaración a favor del aborto en 1999 en el programa de NBC "Meet the Press".
En aquella oportunidad Trump dijo "mira, estoy muy a favor del aborto. No me gusta el concepto de aborto. Lo odio. Odio todo lo que representa. Me estremezco cuando escucho a personas debatiendo el tema (...) Yo solo creo en la posibilidad de elegir"..